Brahim Díaz se está ganando el billete de vuelta a Madrid en el Milan. El malagueño está demostrando en el líder de la Serie A que su cesión ha sido todo un acierto para su crecimiento. Si el Real Madrid está preocupado por los pocos minutos que están teniendo Kubo, que ha dejado el Villarreal por el Getafe, y Reinier, con el andaluz la situación es totalmente diferente.
El ejemplo de lo bien que se está adaptando Brahim al fútbol italiano es su partido ante el Torino. Fue titular, siendo clave en la victoria con una asistencia y provocando el penalti que acabaría desembocando en el segundo gol rossoneri. También recuperó cuatro balones y dejó varias jugadas que demuestran su enorme calidad. El único pero es que pasada la hora de partido tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado tras sufrir un golpe en el tobillo izquierdo.
El Real Madrid está muy satisfecho con la progresión de un jugador que siempre ha sido muy del gusto del Zidane. El entrenador francés no ha dudado en transmitirle su confianza desde el primer día, aunque también era consciente de que necesitaba una última salida antes de convertirse en un jugador importante para el club blanco, donde todos esperan que se pueda asentar la próxima temporada.
En estos momentos, la idea es que el Real Madrid se quede con Brahim una vez finalice su cesión en el Milan. Los blancos se lo prestaron a los italianos por una temporada y, visto lo visto, no se plantean una nueva salida el curso que viene. Los técnicos blancos creen que ya está preparado para asumir un papel importante en la plantilla madridista, aunque hasta que no lo comprueben con sus propios ojos la decisión no será definitiva.
Una cesión deseada
Brahim se decantó por el Milan en verano tras la insistencia de Stefano Pioli, entrenador del club italiano, que desde el primero momento le dejó muy claro que iba a ser importante para él, tal y como se está demostrando. Su idea desde el primer momento es que jugase en la mediapunta y que fuese una de las referencias de un equipo que está peleando para recuperar los laureles perdidos.
Por otro lado, el Real Madrid también le ayudó a decidirse por esta opción. Brahim no era partidario de salir, pero el empujón de los blancos le convenció. Entre el club y Zidane le hicieron ver que a su edad, tiene 21 años, debe jugar con continuidad, algo que esta temporada en el club blanco iba a tener muy complicado conseguir. La confianza del que será su nuevo técnico y las palabras de los madridistas le ayudaron a tomar una decisión que hasta la fecha le está viniendo muy bien.
La Federación también celebra el crecimiento de Brahim. El madridista será clave en el Europeo que jugará la selección español sub-21 en los meses de marzo y junio y en los Juegos Olímpicos de Tokio. En ambas citas será una de las piezas fundamentales de un combinado nacional que aspira a todo tanto a nivel continental como en Japón.